jueves, 14 de julio de 2011

Busca busca

Dicen que soy aburrido. En épocas electorales recuerda uno la variopinta y alegre muchachada que cubriera tantos años de historia con personalidad, galantería y picardía. Bajo todos estos climas que nos han tocado en suerte, o no tanta "suerte"... o no tan "nos han tocado" ¿no? Es más bien como que nos apropiamos un poco por la fuerza ¿eh? Veni, vidi, vici.
En breve, y como para no aburrir porque para eso está el dibujo, les cuento que habiendo conquistado el territorio nacional que nos pertenece claramente y una vez limpiado el mismo de salvajía y barbarie, para luego gobernar en divertida sucesión de ilustres billikenes y llegar en colectivo al colegio y mesa que nos tocan por derecho de apellido, es deber de ustedes el bienestar patrio. Ese domingo, votá por la vida.

El extraterrestre nunca había venido a la tierra, era su primera vez, y ahí estábamos nosotros para darle una bienvenida realmente humana: la pancarta rezaba "extraterrestre". Si, extra, estás de más pibe en esta tierra, como de más está tu cián y tu amarillo. Inaugurando la falta de hospitalidad intergaláctica ¿alguien pensó alguna vez que si en Marte había vida, los tipos estaban en todo su derecho de llamarnos extramarcianos? ¿e? ¿y extraplutonos? ¿extravenucinos? ¿extranubecinos? Re mal, re mal, re mal. Estoy decepcionado de ustedes humanidad. Lo tienen todo. Porque lo tienen todo. Bicicletas con rueditas, mesitas de luz, bolsas con cierre hermético. Todo. Pero no están conformes ¿qué les pasa? ¿qué es lo que realmente quieren? ¿Lo que realmente necesitan para ser humanidad? A veces cuando miro por la ventana y se escucha el ruido que hace el vecino cuando pasa la máquina de cortar el pasto o pasa un helicóptero de esos que uno ve y piensa "¿para qué? ¿pago con mis impuestos el combustible de esa máquina atroz?" ¡Atroz! No lo sé. No pienso mucho ahora desde que me puse a pensar demasiado y salió esto que salió, dónde está el flujo, como puede el flujo aparecer si lo boicoteo todo el tiempo, si lo mando a ballotage (¡súper electoral todo esto!). Es increíble y al mismo tiempo es creíble como creíble puede ser solamente el hecho de estar acá y seguir sin decir nada.

El duende saltó y llegó sin darse cuenta al límite del bosque verde, al borde del bosque negro. Con miedo asomó un poco la cabeza y la hundió en la oscuridad del bosque de al lado. Sorprendente, cosas que parecían negras, dentro del bosque tomaban otro color, vivian bajo otra luz. Las reglas eran claras: ningún duende verde se metía en territorio del Rey Oscuro. Y aquí la simbología del color no tiene efecto, la magia la anula. ¿Cómo podría inclinarme hacia el verde vida en un mundo mágico? El bosque verde no es mejor que el negro por ser verde, el bosque negro no era un lugar peor por ser negro. La magia gana en este mundo, y la primer señal de su triunfo en un mundo es la derrota del prejuicio. Pongámosle nombre al duende entonces. Se llama Gabriel. ¿En español? No es español, es pura coincidencia. Gabriel entra atraído por la diferencia, por la sorpresa que él mismo construyó. Él y los suyos. Las hojas del bosque negro son de humo, los troncos de los árboles son ceniza. Y soplar troncos no hace que las hojas caigan. Las flores son pequeños escarabajos que posan para llamar la atención de insectos con alas de pétalos de rosa negra. El pasto es carbón que brilla con una luz oscura. Es difícil de explicar, tendrías que entrar y verlo con tus propios ojos. Sin miedo, Gabriel camina, corre, se detiene, todo el tiempo, sin parar. Las sombras lo enceguecen, se protege con abanicos de pluma de fénix que encuentra en el piso. El frío es tan cálido, se siente tan a gusto. ¿Dónde vivirá el Rey Oscuro? Y no termina de pronunciar el pensamiento cuando de repente se cruza con un pez, que lleno de curiosidad le pregunta de dónde viene mientras se aleja en busca de otras noticias un tanto más frescas. Ligeramente confundido pero decididamente feliz, Gabriel vuelve al bosque verde. Cambiado. Pensando en su regreso al bosque de al lado.

2 comentarios:

  1. Un duende verde llamado Gabriel? Y este que comió?
    Un blog conlleva una gran reponsabilidad. Hay cientos de empleados indexando tú página para que miles de americanos que si pagan sus impuestos puedan leer que un duende verde no se q cosa.
    Por Lo demás, la humanidad just want to have fun

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  2. ¡Me encantó el bosque negro! ¡Quiero asomarme! ¡yo! Parece super interesante. Suena como un muy buen comienzo ;)

    Además es re progre... cómo yo... que no me importa que la gente sea negra por afuera... lo que importa es que seamos blancos adentro, no?

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