viernes, 17 de febrero de 2012

Me río

Me río de mi mismo y me río un montón. Ya que hoy día no tengo nada que mostrarles, sólo este texto y la nada misma. Porque simplemente me dieron ganas de escribir, entonces escribo como escribir me va y me hace a mí mejor que antes. Y mucho mejor que ayer, que no escribí.
Pero a no engañarse, no es que no tenga nada que mostrar, sino que no encuentro el pendrive, y no es que no lo encuentre sino que no lo busco. Seguro está por ahí, y en ese pendrive tengo aquello que me ha puesto tan feliz últimamente, como feliz sólo puede ponerle a uno tener un Atari 2600. Y tampoco soy de restregarle al mundo por la cara (¿"restregarle"?) mis adquisiciones videojugátiles, que tan seguro estoy que me envidian. Sino que acá... acá quiero hacer una pausa y meter una foto.

Y pará, bancá, porque no es que me haya acordado de algo en particular sino que simplemente estoy seguro de que acá tengo una foto que va con ese sentimiento de "poner una foto" que uno tiene. Y hablo de uno que tenga facebook o algo así que le permita difundir todo lo que hizo últimamente, desde comprar peras realmente muy baratas hasta ver como se la puso un fiat 600 a un bmw x6 (o sea ¿cómo se la puso si prácticamente puede pasar por debajo y protegerse, de yapa, del granizo?). Nada, realmente los envidio y me sacaría un facebook de no ser por eso de que ellos te agarran la foto y se la adueñan pensando que eso es quizás válido cuando en realidad sólo les interesan los facebooks californianos con potencial hollywoodense mientras que nosotros tratamos de ir a tomar una cerveza a Palermo sin mencionar el Hollywood ese que tanta vergüenza nos dá (de en serio ¿vos creés que está bien que se llame "Hollywood"? Si es así sos un pelotudo y creo que estoy acreditado para tildarte el fatal casillero "P").

Va la foto. Todo esto hablo en potencial y sin embargo no hablo del mural. No escribo del mural. El mural es resultado de la inmensa amabilidad de aquella a quien me enorgullezco de llamar mellon quien, en inmensa actitud benevolente, beneficiaria y Medici, permite que yo derrape con mi lápiz simil tiza sobre aquella pertenencia tan suya que mira todos los días cada vez que se le llena el tanque. Gracias semejantes no han sido inventadas así que invento unas gracias nuevas a las que llamo "Vurretas". Vurretas, muchas vurretas, primordial hembra.

Va foto del amor que tanto profesa aquella que enamorara con su costilla y le cocinara al Adán unas a la riojana con enorme huevo frito y papas a tono. Cuento en mi afortunancia con féminas que apoyan el momento con algarabía y expertise. A ellas también les va la manopla que todo lo ve y atenta con Felipes de variadas nacionalidades. No sé eso último qué quiere decir pero algún día un erudito apretará el delete que arrasa con los back-ups de la humanidad.


¿Dónde estará el  pendrive? Mañana seguramente le encuentre y sortee con elegancia todos estos dobles Enter que derrocho con los tocares de una tecla.

Me leo segundos después de escribir y hay cosas que ya no entiendo. Y altanero pretendo que el público no se desaliente a la segunda línea y abandone el post con miras al abandono del blog en postalidad total. ¿A qué se debe mi vuelterismo inhumano? ¿Por qué no puedo aceptar las cosas como son y dejar de apretar cancelar una y otra vez como si así no se registrara la elección? Total después borro el historial. ¿Qué gracia tiene ahora ocultarme de todos y de todo si ya nadie llega hasta acá entendiendo? No me tengo mucha fé como para entender todo lo que escribo. Abro de repente el cofre y después lo cierro. Y lo peor no es cerrarlo sino tratar de ver qué hay adentro a través de suposiciones constantes que pretenden comprender el interior a partir del juicio del adorno. ¿Para qué se inventó el Rococó? La exaltación de aquel ser excesivo en firuletes me lleva a mí a firuletear la escritura hasta el punto del no entendimiento. Quiero ser entendido pero ya es hora de cerrar el cofre. Me duermo. Y mañana cuando despierte seguiré dormido ignorando todo esto que escribí despierto. Ok, quizás dentro del cofre sólo estoy yo, y lo abro de a poco, mirando por el ojo de buey (o la raja de bueya) que me deja ver todo lo que hay fuera. Que soy yo. Que sos vos. Que es nadie. Porque convengamos que yo, sin vos, no existo.

1 comentario:

  1. :) :*) NO ME HAGAS MOCIONARRRR NABOOOOOO! la pared de mi corazón siempre fue tuya, ayy pero pared suena a construí un muro para que nadie pasee...pero nooo, vos pasaste apenas me dijiste "yo fumo dunhill, querés?" ( eso me dijiste?)...mejorrr como no tenés feis yo te presto un muro de verdaaaaaddd...mas orgullosa estoy yo...cuando este depto se venda, se venderá con un fresco de incalculable valorrr!

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