El concurso

En breve, muy en breve finaliza el período de ingreso al concurso del zorro de fuego. Ahí va mi aporte. Tierno y sano. Porque no usa el encendedor para prender un cigarrillo o algo peor como un triangulito o un círculo. No, niego toda la violencia que tan de moda está, todo eso que se ve en la televisión, en los videoclips, en los videojuegos, en los videoclubes.

Audaz como pocos ¡ahí llega! ¿es un jabón en polvo? ¡zorro! ¡zorro! ¿dónde está tu suavecito? ¡cuidando tu economía! ¡Chorroarín!
- Estamos acá en Av. Chorroarín al 13 para desafiar tu suciedad. Vení, seguime... -camina sigilosamente por la vereda y se acerca a reja de casa de familia para sorprender a ama de casa que riega- ¡HOLA!
- ... ¡AAÁ! -hace como que se lleva un susto- ¡Hola! ¡Adrián Pianola!
- ¡Has sido elegida para el desafio que desafía tu suciedad!
- ¡Ay! ¡No lo puedo creer! ¡Mi suciedad! -abre mucho, mucho los ojos, preocupa a la producción- ¡Pasen pasen! -abre reja y puerta de entrada.
Corte a lavadero.
- Y contame Isabel ¿cómo dejan la ropa tus hijos?
- ¡Ay si la vieras! ¡Mirá! -la exaltación de Isabel pone nervioso al staff que, sin quererlo, recuerda aquel trágico accidente de la época en la que el jabón venía en pan-...
- ¡Uy! ¡Re sucia! -Adrián levanta una media y hace cara de "¡qué olor!", la producción nota que Adrián, un tipo experimentado, percibe la adrenalina de Isabel y trata de bajar un poco el nivel de exitación- Re sucia, digo...
- ¡SÍ SÍ! ¡MIRÁ MIS BOMBACHAS!
- Opa opa Isabel... Cortá Cholo, cortá nomás...
- ¿Qu-qué qué pasa? ¿lo hice mal? -pregunta el ama de casa al borde del llanto-...
- E, no Isabel, no es un problema tuyo, es que quizás no es lo que necesita jabón en polvo Serena... Cómo explicarte, nosotros buscamos una mujer tranquila y agradecida por el tiempo que le ahorra nuestro jabón, que se olvida de la ropa y se dedica entonces a lavar los platos con nuestra línea de productos para vajilla que, con su poder antigrasa, evitan que tenga que fregar más de 10 segundos por plato sucio, permitiéndole concentrarse en dejar el baño impecable con nuestros novedosos limpiadores antisarro y ¿por qué no? encerar el piso del living justo antes de ir a buscar a los chicos al colegio. ¿Entendés? Una mujer tranquila. Y agradecida, no olvidemos agradecida.
- ... -los labios de Isabel tiemblan, los ojos llenos de lágrimas- ¿les hago un café?
- Sí por favor.